A mi hijo pequeño, Alejandro, le fascina conocer cómo funcionan las cosas, los dinosaurios y los legos. Le chiflan los superhéroes, se sabe todos los pokémon de pe a pa y es un ávido lector a sus 6 años. Nos taladra cada día, a todas horas con sus insistentes e incansables porqués, y san google ya empieza a estar cansado.
Mi hija Aitana es atlética de la cabeza a los pies, le encanta el
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