Y llegó el momento.
Lo siento por mi maridín pero es lo que hay, sabe que es inevitable, que TODOS los años hemos de pasar ese trance, y es que si hay algún secretillo inconfesable que me delate es que ADORO las películas navideñas. Todas y cada unas.
Soy de las que se empapan de las infumables, con guiones pésimos, actores sobreactuados, con anuncios eternos, esas que proyectan a mediodía para rellenar parrilla...Todas esas. Me chiflan. Me rechiflan. Qué le vamos a hacer.
Pero, podréis perdonarme la vida cuando os diga que, además, tengo mis imprescindibles, YA NO TAN CASPOSAS. Esas que da igual que estemos en una ciudad u otra, de viaje, sólos o acompañados, esas que nunca pueden faltar en una velada.
Películas que de una manera u otra se impregnan del espíritu navideño y que ya forman parte de mi historia familiar. Algunas vienen y otras van, y es que los niños también forman parte del jurado. Y no veo el momento de comenzar mi maratón en vacaciones, palomitas en mano, rodeada de manos y pies, sabiendo que vamos a pasar un momentito genial.
¿Quieres saber cuáles son mis películas imprescindibles?
- ¡Qué bello es vivir! (1946)

Ese drama que da paso a la mayor de las esperanzas. Esa luna, ese James Stewart inmenso y un épico Clarence que se gana sus alas como un campeón.
- La gran familia. (1962)

- ¡Feliz Navidad Charlie Brown! (1965)

En la distancia ahora soy capaz de entrever toda la filosofía que esconde sobre el consumismo navideño y el verdadero significado de la Navidad. De pequeña simplemente disfrutaba viendo cobrar vida a los personajes de uno de los comics que más me gustaban.
Y chicos, ¡vuelve la Snoopy-manía!
- La Navidad de Mickey (1983)
A mí particularmente me encanta este corto por las connotaciones melancólicas que tiene, No recuerdo si tendría 9 o 10 años la primera vez que la vi, y no me canso.
En realidad cualquier versión de este cuento, del que existen innumerables versiones me gusta, pero sin duda me quedo con este.
- Love actually (2003)

- Polar Express (2004)

Me encantaron los aspectos técnicos y el mensaje. Nos la autoregalamos y ahora la vamos a disfrutar con los peques. Van unas cuantas ya...
- Charlie y la casa de chocolate (2005)
Habitualmente suelo preferir los originales antes que las adaptaciones, pero en este caso, no sabría si quedarme con la versión de 1971 con un inmenso Billy Wilder o con el histriónico Johnny Depp.
Es una película-pastel: es tan vívida que el olor y los sabores trascienden la pantalla. A pesar de tener su puntito macabro, que lo tiene, me parece un cuento divertido y con gran moraleja.


- El origen de los guardianes (2012)
La verdad es que la vi de rebote porque mi hermano insistió en que los niños se iban a divertir y he de reconocer que me enganchó. Me parece una película perfecta, con acción, aventura, buenas vibraciones y finales felices...
- Frozen (2013)
Sí, lo admito, he sucumbido. Reconozco que mi hartura acerca de productos frozenianos roza el aborrecimiento. Mi casa es un santuario: tartera, mochila, estuche, muñecas, disfraces, cromos...peroooo, la película me gusta. La banda sonora, me gusta, ver a los renacuajos reirse por enésimo tercera vez de los mismos chistes, me gusta, y cantar con la mediana ya es lo más de lo más.
Sí, inauguramos nueva tradición navideña...
Por supuesto, no están todas las que son.
¿Me cuentas cuáles son tus imprescindibles?