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HOTEL TRANSILVANIA 2. VAMPIRO, HUMANO O UNICORNIO...

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   La otra tarde, volviendo al trote de recoger a la triada como es habitual, vimos que proyectaban Hotel Transilvania 2 en EL cine.
   Aquí las películas permanecen en cartel una semana, así que no puedes dormirte en los laureles o si parpadeas te lo pierdes.
   Total, que por la tarde, en un momento de estos de euforia materno.filial en los que pararías el reloj porque estás feliz, sin más, se me ocurrió que podría llevarlos de "aventura" el miércoles a verla.
   INCISO: para estos niños cualquier cosa que suponga salir de casa es una aventura. FIN DEL INCISO.
   Yo, que me emociono con estos secretillos, apenas me reservé la sorpresa 12 horas, qué le voy a hacer.
   Y, bueno, bueno, bueno...ni te imaginas que "previously" pasé, sobre todo con la mediana que no dudó en proclamarlo por todo el colegio y barrios colindantes. 

   No dejaron de chillar y moverse desde que subieron al coche hasta que ya, en la sala, comenzó la película y ni con esas, oye, y cuidado que le pedí a la taquillera un valium con la entrada (para mí o para ellos), pero qué va.

   He de decir que no habíamos visto la primera parte, ni siquiera sabía de qué iba el argumento, así que reconozco que, pese a ir a ciegas, pasé un buen rato, sobretodo porque estaba pasándolo con ellos. Sin prisas. Sólo pasándolo.
   El de casi 4 fascinado durante casi media hora con el logotipo de Columbia pictures: "Alaaaaaa....¡Qué estatua más gigantesca mami, es gigantesca!, ¿verdad, verdad?¿A que es grande?¿Eh, eh?".
   La de 6 y pico sí se empapó bien y quería repetir sesión, aunque entre tú y yo, creo que estaba tan empachada de palomitas que se le pasó la emoción pronto.
   La película es bien sencilla: el ciclo de la vida lleva a la hija de Drácula y su novio humano a casanse, y tienen un pelirrojísimo niño. La historia se centra en si el pequeñín será humanísimo o vampiro, dado que se acerca a la edad crítica de 5 años, cuando se decide su futuro.
   El trasfondo: tradiciones vs. adpatación, convivencia, aceptación y sobre todo, la belleza de lo diferente: "Te querré igual seas Vampiro, humano o unicornio"
   A nivel de guión tiene unos puntos increíbles como ese hombre invisible dando una clase de pilates, para mí, desternillante...
   Y, visualmente es muy rica, nada tenebrosa, ni tan oscura como cabría esperar.
 El pequeño pasó algo de miedo a ratos ("Tengo miedo, bueno un poco y a ratos mami"), y en otros
momentos no acababa de entender ni los diálogos ni la historia en sí. Sólo se entusiasmaba cuando aparecía la lobezna, que se ha convertido en su mascotita preferida.

                                                            

   Yo la recomendaría a partir de los 5-6 años o más, y explicando las escenas y ambientes, para poder contextualizar al menos una historia que, si bien es para niños y ficción, guarda una moraleja para adultos de una manera muy real. 
   Pudimos ver que muchos estrenos nos esperan, ¿y tú?¿La has visto ya?¿Qué tal tus peques?


¡YA SÉ ECHARME AGUA EN UN VASO! SIGUEN LOS LOGROS DEL DE CASI 8...

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   Y es que cuando los días son oscuros por miles de razones, siempre hay un rayito de luz que viene a iluminarlo. Y esta vez...¡Tacháááán! El mayor nos vuelve a sorprender.
   Como te he espoileado en el título, ¡ya sabe echarse agua de una botella en un vaso!
   "¡Mami, mira, Rodri se está intentando echar agua solito!"
  Al menos realiza todos los pasos, lo intenta, aunque es cierto que aún le falla la fuerza motriz y algo de coordinación, pero todo eso se trabaja, ya lo creo.
 "Pues ya ves tú, echar agua en un vaso"
   ¡Uyyyyyy! Si piensas eso es que DESCONOCES  la cantidad de procesos que implican ese pequeño gesto para algunos y tan tan grande para nosotros.
   Y es que, simplificando muy muy mucho se requieren grandes esfuerzos a nivel cognitivo y a nivel de función manual.
   Algo que las personas sin lesión cerebral o simplemente que ya dominan esta acción y la tienen automatizada, para un niño o persona en proceso de aprendizaje puede ser agotador y frustrante hasta llegar a conseguirlo.
   Parece que vamos por buen camino, por muy buen camino y es que la intencionalidad es tal, hay tantas ganas, que es cuestión de tiempo perfeccionarla.
   Así, simplificando muy muy muy pero mucho, sin terminologías ni palabros, se requieren logros tales como: 

   Comprender que ese objeto que es la botella si se inclina vierte el agua en el vaso.
   Comprender que se requiere coger la botella con una mano y el vaso con la otra.
   Comprender que cuando el vaso está lleno he de dejar de verter agua.
   Comprender que para ello he de volver a poner la botella en posición vertical.
   Comprender que para beber agua del vaso he de dejar antes esa botella en la mesa.
   Comprender que cuando dejo la botella he de taparla, aunque aún no lo consiga.
   Ejecutar la presión necesaria para que la botella se sujete a mi palma y no se caiga.
   Lateralizar esa acción, es decir, realizar el mayor trabajo de coordinación con mi mano preferente así como la ejecución. Y sí, es diestro.
  Buscar refuerzo visualmente con el adulto de referencia para poder consolidar la acción.
   Y la mejor
Disfrutar de mi agua con la satisfacción personal de saber que lo he hecho yo solito.
   Esa cara de satisfacción, esa mirada de reojo, esa risa canalla de haberlo logrado...buf...te eleva a los cielos.
   De momento estamos en el punto en el que se nos sale agua del vaso, el tema rosca lo llevamos regular-mal y la fuerza a veces nos falla y se nos vuelca la botella.
   Bueno, Roma no se construyó en dos días.
   Y convencerle de que es mucho más práctico intentarlo con una botella pequeña que no con una garrafa de 5 litros más grande que él, que quieras que no dificulta la tarea...
 
   Un pasito más cerca de ir logrando la ansiada autonomía, un pasito más.  
   

MADRID PETIT WALKING: CRÓNICA DE UNA DELICIA DE DESFILE

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   El pasado viernes 30 de octubre se celebró en Madrid una nueva edición de la Madrid Petit Walking, una cita con la moda infantil imprescindible que reunió una gran diversidad de marcas con todo tipo de estilos. 
   El lugar no podía ser más adecuado: el Palacio de las Alhajas, en pleno centro, que proporcionó un aire señorial y diáfano a la presentación de este esperado evento. 
   Gracias a Miramami club tuve la suerte de poder asistir y disfrutar de primera mano del desfile, que, tal y como nos introdujo Esmeralda Moya, presentaba colecciones que se encuentran en las tiendas, no tendencias.
  Y ya lo creo que lo hizo.  La suerte de vivir en una ciudad pequeña como Melilla es que recorrer sus céntricas calles supone no perderte nada, y poder observar en un corto espacio de tiempo todas las novedades que llegan a la ciudad autónoma. Es el caso de Cóndor, Trasluz o Bóboli, cuyas colecciones prácticamente puedes conocer de memoria por tenerlas de paso cada día. Y he de decir que si tras los escaparates son bonitas, lucidas en estos pequeños profesionales te dejan sin habla. 
   Pido desde ya disculpas por la calidad de las imágenes: llegué recién aterrizada, sin cámara y mi posición no era muy buena para las fotos...En fin, Mario Agulló es el fotógrafo oficial y se pueden disfrutar cada una de las instantáneas en la página de Petit Style...
   Señorita Lemoniez presentó una colección muy elegante con colores vivos en gamas rojos-cereza, azulones y verdes, evocando cuentos tradicionales.
   La conocida Zippy, como siempre, mostró una colección muy alegre, divertida, cómoda y práctica, con tejidos de lo más variados.
FOTO: Mario Agulló
FOTO: Mario Agulló
  Reconozco que desconocía IDO, marca que presentó ropa muy dinámica con estilos cuyas combinaciones fueron un auténtico descubrimiento.
   Felicia Much, de origen gallego, cuya seña de identidad es la ropa elaborada a mano, de manera que cada pieza tiene ese toque personal, ese carácter único que la diferencian de otra. Muy romántica sin duda.













Tartaleta, fiel a su estilo con gran variedad de tejidos, fornituras y brocados, con una colección preciosa vintage y romántica. Hubo un par de vestidos en especial que me encantaron:
                                       

   Bóboli es una marca que tiene un punto de nostalgia para mí ya que fue de las primeras que me inspiraron cuando mis niños eran pequeñines para vestirlos conjuntados. Una explosión de color, vibrante, urbana, cosmopolita y cómoda. Este polo me pareció una chulada:
 












Bébécar hizo gala de sus mejores diseños en cuanto a coches y sillas de paseo, tanto los modelos más clásicos como su Stylo class o la gama privé entre otros, A destacar los tejidos antimanchas de su gama "magic", y toda la variedad de colores y estampados.














   Mamá mi sol para mí el mayor descubrimiento del evento. Esta firma, surgida de tres madres emprendedoras (Madre e hijas que ahora también son madres), permite que puedas diseñar tu propio traje de baño, pijama y camisón. Se escoge el patrón, se seleccionan los accesorios, combinas las telas...y obtienes una prenda única para tí o para regalar a los que quieras. Una gran apuesta!!















Trasluz, sinónimo de elegancia destacó los colores mostaza, azulones, verdes y rojizos en una colección para los más exigentes.













Cóndor ha dejado de ser el referente para calcetines y leotardos de calidad de nuestra infancia y ha adquirido identidad propia como marca de ropa cómoda, trabajada y con un estilo muy dulce. La colección "Chocolat" es impecable,
                                           

Curro de Loucas presentó por primera vez, una colección muy clásica que busca diferenciarse a través de los pequeños detalles.

What's up! Kids, con una colección urbana, muy muy divertida y casual.













   La veterana Lasuanzes, que suele combinar tendencia con practicidad sorprendió con una colección de ceremonia, tanto para niños que van a realizar la primera comunión como para asistir a cualquier otro evento que requiera de esta puesta. He de decir que a mí, nada amante de los vestidos manga de farolillo y rimbombantes para estas ocasiones me parecieron una apuesta original y elegante, combinando colores y tejidos

 
   Para cerrar Kauli, con su "Afternoon Tea" trata de evocar el renovado ritual del té de la tarde con una colección clásica pero renovada, con brocados y destacando la recuperación de la pata de gallo, con tonos rosas y crudos.

   En el Showroom Motas de lana se presentó como un proyecto que ofrece la posibilidad de crear listas de regalos para los momentos más especiales de los peques...

   Para cerrar, como broche de oro, la genial actuación de Cris Méndez interpretando "Sube", mientras los cañones disparaban confeti de corazones, con algún que otro susto de los peques...   
   Mil gracias por la oportunidad a Miramami Club y a Petit Style, el viaje sin duda mereció la pena y espero tener la oportunidad de vernos en la próxima!!


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NO, NO VOY LLORANDO POR LAS ESQUINAS

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- ¿Y qué tal estás?¿Cómo va todo?
- ¿Yo? bien, aquí luchando como siempre, y el mayor va más despacio de lo que nos hubiese gustado pero bueno, es lo que hay. Él es feliz y está contento que al final es lo que importa.
- Pues a tí te veo muy bien últimamente, lo llevas fenomenal, como si nada. Ya te veo en las fotos por el Facebook haciendo un montón de cosas, riendo...si es que hay cosas mucho peores.
- Hombre, como si nada no. Es que ya son años, y tenemos nuestros días, como todos. Y cosas peores claro que las hay, pero lo que nosotros vivimos es esto.
- Hija, si es que nos quejamos de todo. Mira, peor está fulanita que...
   ¡Buf! Si me pagaran por cada vez que he tenido que escuchar conversaciones de este tipo directa o indirectamente, de primera persona o por terceros, no necesitaría volverme a preocupar por trabajar fuera de casa porque tendría una cuenta corriente tan grande como la poca sensibilidad o empatía de algunos.

   Por miles de motivos.
  Cuando en una familia se convive con un miembro con lesión cerebral, o una enfermedad o cualquier circunstancia que pueda alterar drásticamente la dinámica y la convivencia, todo se vuelve del revés y todo comienza a girar alrededor de esa persona. Y el resto del mundo se para.
   Esto es al principio. 
  Después con el tiempo aprendes a gestionar tus emociones y a trabajar con esa situación y a convivir, e integrarla en la vida cotidiana. Con tus días buenos y malos. Y si tienes uno malo normalmente no sales a la calle con un cartel que diga "Odio el mundo, estoy derrotada y estoy saturada. Tengo ganas de llorar y me encuentro triste".
   Pues no.
   Normalmente lo compartes con los de tu alrededor, que son los que te entienden, te reconfortan y consuelan, y en un pis pas te ves recargado de energía para tirar adelante otra temporada más.
   Pero cuando estás bien sí te gusta compartirlo. Esa alegría que da el ver los pequeños avances, la consecución de algún objetivo, el poco a poco logro de la ansiada normalidad, el comenzar a sentirte aunque sea a ratos mujer de nuevo y madre de dos niños más perfectamente sanos y no sólo de un pequeño afectado, volver a formar parte de la comunidad...Necesitas compartir porque está bien compartir las cosas alegres, las buenas noticias, y dar esperanza y optimismo a los que puedan estar pasando por una situación parecida.
   Así que sí, puedo aparecer riendo, saliendo, en algún evento, jugando, creando, mofándome, haciendo el mongue, quejándome, como cualquier persona "normal".
   Y sí, hay cosas peores.
   Pueden llegar las siete plagas.
   Puede estrellarse un meteorito gigante, que de esos últimamente hay muchos por ahí.
   Puede llegar otra era glaciar...
   O podemos dejar de hacer comparaciones y competiciones acerca de quién tiene más problemas y los exterioriza más, o quién está peor o quién tiene peor suerte.
   Yo sé lo que me rodea, que es mucho más que tener un hijo con discapacidad intelectual (sí, discapacidad, no le temo a esa palabra). Pero tengo más alrededor, como tú, como aquél. Y toda esa vida de más me genera momentos de euforia y de pena y de enfado y de cansancio. Porque todo eso, "además de" es lo que me da sentido como persona. Inquietudes, amigos, familia, ocio, trabajo, hipotecas, deudas, sueños, ambiciones, añoranzas...
   ¿A quién no?
   Así que si estar llorando por cada esquina para algunos es lo que define a cada madre (o padre) de un niño con lesión cerebral, tienen mucho que aprender acerca de empatía, fortaleza humana y normalidad. 
   Si tienes una mala racha, ¿lo publicas en los periódicos?¿Lo saben tus vecinos?¿Te gusta tener cara de amargado permanentemente? A mí tampoco.
   La convivencia NO es fácil. Ni de lejos. En otro momento retrataré esos peores momentos. Pero ahora no.
   Ahora es momento de disfrutar de un lunes por la mañana, de un rato de felicidad que me proporciona la soledad un café y la tranquilidad del silencio, que no cambiaría ni por todos los viajes en crucero del mundo. 
   Mi paraíso. Mi alegría.
   Y sí, a lo mejor en un rato estoy con la pena.
   O maldiciendo mi estampa.
   ¿Y tú?¿Vives bajo una máscara?
  


TE PRESENTO EL BLOG "AYUDA PARA ALICIA"

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   Pues mira qué Agenda más chulona tengo en mis manos...¡Ay, qué ganas de que pasen estos meses para estrenarla! Tantos proyectos para rellenar sus páginas. y tan necesaria, que mi cabeza ya no es lo que era y desmemoriada soy un rato, qué le vamos a hacer.
   ¿Y sabes lo mejor? Que es una Agenda Solidaria, por eso la voy a disfrutar mucho, muchísimo más sabiendo que, aunque con poquito, he podido colaborar en alguna medida con Alicia y sus tratamientos.
   ¿Y QUIÉN ES ALICIA?

   Alicia es un amor, una preciosa niña que en agosto cumplió dos añitos y que además, tiene Parálisis Cerebral.
   Su madre Carolina, una luchadora que no pierde la esperanza. Desde el minuto cero, en plena fase de duelo tras conocer la afectación de su pequeña se mentalizó, formó y preparó para luchar por su hija, y ahí la tienes, al pie del cañón. 
   Su blog. Ayuda para Alicia es una ventana que te acerca a la realidad de la Parálisis cerebral, desconocida por unos, temida por otros, porque el desconocimiento es la peor lacra de esta sociedad. 
   Trata de sensibilizar, acercarnos el día a día de la evolución de su hija y retratar cómo son las cosas sin paños calientes.
  Cómo se supone que con 30 minutos quincenales de Fisioterapia y 30 de Logopedia, según la Administración, esa niña ya tiene sus necesidades terapéuticas cubiertas.
   Los primeros años son cruciales, y Carolina, al igual que una servidora, al igual que tantas familias, tenemos que recurrir a tratamientos externos privados, no cubiertos por la seguridad social, para poder sacar lo mejor de nuestros hijos, ante la insuficiencia de lo proporcionado de manera pública, que es un auténtico despropósito.
   También gestiona un grupo en Facebook centrado en el Botón gástrico infantil, dado que Alicia debido a su lesión perdió el reflejo de succión y deglución. Con el grupo trata de crear comunidad de papás con niños en esta misma situacion para poder resolver dudas y compartir juntos este difícil camino.
   Además de recoger fondos, la mamá de Alicia no para y lleva dos años diseñando esta agenda solidaria tan molona, y lo más genial de esto es que se agotan. Ahhh...se siente. El año que viene espabila y estáte atento para conseguir la tuya.
   Aquí dejo algunas fotillos para darte envidia y te invito, encarecidamente, a que te pases por Bebé con Parálisis Cerebral: Ayuda para Alicia. Conócela y comparte. 
   Con poco todos podemos hacer mucho.
  
                                 

             





 




                              

CON LA SEGURIDAD VIAL NUNCA ES DEMASIADO PRONTO.

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- Pero el coche te está dejando pasar mami.
- Ya hija, pero resulta que el semáforo está...¿de qué color está?
- ¡¡En rojo!!
- Entonces, ¿podemos cruzar?
- No. Pero esos niños han cruzado.
- Ya, y no está bien. ¿Y si viene un coche o una moto...
- ...O un autocar...
- Eso, o un autocar súper rápido cuando estáis cruzando?
- Que nos pilla
- Pues eso.

   Esta conversación de hace un par de días la repetimos con más frecuencia de la que debería ser lo normal. Porque las normas de tráfico y circulación son estándar, estables, fijas...no varían según la estación del año, según la hora del día, ni según el partido político del momento
   Son las que son. 
   Entonces, ¿por qué las respetamos a veces sí a veces no a veces a medias?
   Y te digo una cosa, así entre tú y yo, la gente me mira mal. ¡Que sí! ¿Sabes por qué? 
   Porque cuando espero a que el semáforo cambie, aunque no haya ni un coche a la a la vista, no cruzo y aguardo a que el semáforo de peatones se ponga en verde, ya ves.
   Porque cruzo por el paso de peatones, así, ¡a lo loco!
   Porque miro a ambos lados antes de cruzar -"pero si por aquí casi no transitan coches"-. Ya, un "casi" no equivale a un "nunca".
  Pero es que, además, con tres niños pequeños, mayor motivo aún para respetar las normas y ser ejemplo
   Su EJEMPLO.
  La educación vial es eje transversal en el curriculum educativo escolar, y bien a través de los docentes, o de colaboraciones externas, los pequeños suelen aprender las nociones básicas para prevenir accidentes y circular seguros.
   Pero no es suficiente.
   No vale con que conozcan el significado de las señales y símbolos. Necesitan de la guía, la práctica y como he dicho el ejemplo de los adultos. Porque los niños no son tontos, los subestimamos, y nos van a cuestionar cuando no cumplamos esas normas que, de manera tan divertida han aprendido y a la que tanta importancia le han dado en el cole.
   Porque a mí me ha pasado.
   "Mami, se te ha olvidado el cinturón. Mami, no está en verde. Mami, por aquí no se puede. Mami, el casco de la bici..."
   Recuerdo cuando, allá por mediados de los 80, dentro de la asignatura de Sociales, entraba la Seguridad Vial, como materia evaluable. Los que sean de mi quinta lo sabrán. Y el hincapié que se hacía dentro del sistema educativo y las campañas de turno.
   Y, tras unos años bastante más laxos, en los que así, de soslayo, se ha ido tratando este importante tema en los centros escolares, parece que es probable que se convierta en asignatura obligatoria, aprobándose por unanimidad una proposición no de Ley en el congreso (ya veremos si cuaja o no).
   La cuestión es que mientras, los padres tenemos en nuestra mano la RESPONSABILIDAD de educar a nuestros hijos en una serie de comportamientos que acabarán automatizándose y nos/les evitarán muchos disgustos.
   Gestos tan sencillos como:
- Cruzar por el paso de peatones.
- Cruzar de forma recta, no oblícua ni haciendo zig zag.
- Respetar los semáforos.
- Vigilar a ambos lados de la calzada cuando vayamos a cruzar.
- Caminar por la acera.
- Evitar caminar por los bordillos, de manera que los niños vayan por el interior y los adultos por el exterior...
- Vigilar las salidas de los garajes, tratando de pasar por delante de los vehículos.
- Abrochar siempre el cinturón de seguridad. Lo suyos y los vuestros....
- Llevar el casco si van con bicicleta.
   De cajón, ¿verdad? Pero a veces se nos olvidan.
   Cosas muy básicas que se pueden trabajar jugando con los más pequeños:

- Explicar los colores del semáforo.
- Identificar sonidos de vehículos
- Reconocer las señales de tráfico con los códigos más comunes, como prohibición o peligro.

 Les encanta aprender desde bien pequeñitos y pueden generalizar conductas respetuosas y responsables.

   Aquí os dejo unos enlaces  que pueden resultar muy interesantes:

   - Dirección general de tráfico, con consejos para los padres, y una campaña muy chula con los Bolechas como protagonistas, una simpática familia que, a través de videos y juegos interactivos enseñan a la vez que divierten a los más peques de la casa.
   - La Fundación Mapfre que cuenta con un monton de actividades con cuadernos, fichas, en inglés. Francamente genial..
   - La web de Educapeques, que ya tiene un tiempo, con una serie de videos y juegos atemporales que a mí particularmente me gustan mucho.


   Recuerda que con la seguridad vial nunca es demasiado pronto.
   Y tus peques, ¿cómo lo llevan?

NO QUIERO MIEDO EN SUS VIDAS

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    El sábado es mi día preferido, con diferencia.
   Levantarse -a pesar de los madrugones- sabiendo que hoy las prisas y el estrés quedan aparcados. No hay horarios, ni obligaciones. Sólo un día cargado de oportunidades y momentos para compartir.
   Es el día del paseo matutino, en el que el papá se lleva bien temprano a la triada "de aventuras" mientras la perra corre y suelta energía. El día en el que mientras pisan playas rocosas, imaginan aventuras piratas, descubren escondites secretos, yacimientos de fósiles e imaginan mil y una historias...

 Mientras, el descanso del guerrero, aprovecho para relajarme, desconectar, escuchar el silencio.
   El día de la docena de churros con chocolate, comidas improvisadas, de peli con palomitas, de manualidades, de imaginación.
    El día de la familia.
   Y con esa ilusión lo comenzábamos hoy en la cocina, dándole de desayunar al mayor, haciendo planes, cuando el café se nos atragantaba escuchando la barbaridad sinsentido acontecida en París.
   Entonces el día se oscurece, el corazón se encoge y un nudo en el estómago me impide acabarme la magdalena, e, inevitablemente me transporto a las sensaciones vividas años anteriores, cuando las Torres gemelas, Londres y los cercanías de Madrid nos hicieron sufrir y temer y cambiar la forma de vivir.
   E, inconscientemente, decido unirme a los expedicionarios, escalar con ellos, descubrir tesoros, vigilar escondites, espiar a los piratas y dejarme querer. Hoy más que nunca necesito sentir que todo tiene un propósito, un sentido y ser consciente de que mi familia está aquí, hoy, en este instante.
   Hoy no planifico, no me planteo el futuro. No existen las preocupaciones, ni los problemas. No pierdo el tiempo en proyectos ni en cálculo de probabilidades.
   Hoy quiero que el cariño, la paciencia, el respeto, la alegría marquen a mis hijos. Hoy. Que sea lo que permanezca en sus retinas.
   Que cuando me hagan preguntas al ver las noticias sobre qué ha pasado, sepan que hay gente que hace cosas malas porque sí, pero mucha, mucha, mucha otra buena, que les rodea y les cuida. 
   Y creo en el karma, en la justicia y en que la normalidad reinará en algún momento. De nuevo.
   Por eso aún con la amargura instalada en mi pensamiento, decido seguir con lo cotidiano, decido como toda esa gente que, a pesar del dolor y la pérdida, han aparcado el miedo y han salido a la calle.
   Cualquier día, cualquier momento.
 No quiero que mis hijos vivan rodeados de miedo. 


ESQUILANDO A MI HIJO

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- Mami, mami, ¡ay mami que se me mete el pelo en el ojo!¡Ayyyy!
- Pero si te lo cortamos hace...a ver...un mes. Pues sí te ha crecido, sí. A ver si esta semana vamos.
    O la siguiente. O la otra. O ya si eso la de después.
   Total, que el rubio, a lo tonto, se va pareciendo cada día más al primo grunge de Bon Jovi, todo rubito y melenudo. Y no hay por donde pillarlo.
   Ni aunque lleve la cabeza chorreando repeinado al colegio, ni con gomina, ni con gorra. Que no. Que necesita un corte de manera urgente urgentísima.
   Pero claro, en la vida de una hay prioridades, muchas, y la estética capilar de mis cachorros no suele ser una de ellas. Así nos va.
   El caso es que, el miércoles por la tarde encuentro una circular del cole en la que ¡oh sorpresa!, el lunes se convoca a las criaturas para la foto de rigor navideña, con los mejores uniformes de gala. Y, como no podía ser de otra manera, Murphy tiene a bien en ponerme la zancadilla una vez más. ¿Cómo? Pues haciendo que el padre de los retoños se encuentre en la península por motivos de trabajo hasta el domingo.
   ¿Y ahora qué?
   "Llévalos a todos"
   Ya, claro.
   ¿Te tomas la leche cortada del Tetra Brick?
   ¿Cruzas la calle con los ojos vendados?
   ¿Te gusta beberte el café en ebullición?
   ¿Tienes por costumbre tatuarte poemas de Espronceda en el antebrazo con un punzón infectado?
   ¿NOOOO?
   Pues hay cosas que yo tampoco me atrevo a hacer. Y punto.
   Y mientras la mediana, ideal-de-la-muerte se prueba lazos de distintos tamaños en su media melena para el acontecimiento en cuestión, yo, un domingo por la tarde, me agarro los machos y me tiro al ruedo.
   - ¡¡Pequeeee!!! Ven, que mamá va a cortarte un poquitín el pelo. ¡Ya verás qué guapooooo!
  - ¿De verdad mami? ¡Uauuuu! 
   Sí, sí, uau hijo, uau.
  Así que me dispongo a alcanzar las tijeras de la costura -más de adorno que de otra cosa, todo hay que decirlo-, robustas y afiladas y no, no están.
   No sé qué me inquieta más, no saber dónde están ese pedazo tijeras que pesan un quintal o saber que la opción B son las tijeras de la cocina algo oxidadillas y viejunas.
   Pero en fin, que pa cuatro pelillos de bebote tampoco hace falta un Set Llongueras, ¿no?
   Y allí voy, lo siento en una banqueta, le mojo el pelo, le hago la raya en medio y empiezo: un dedito por este lado, por el otro, por el lateral, por el otro, la melena de detrás...¡ay que se atasca la tijera!...espera que suelto el peine y le agarro el mechón, así, a ojo. A ver...uy, no está parejo, un poquito más de aquí, espera esa patilla...¡ay mami, que me tiraaaaaas!...pero ¡no te muevas hombre que no sale bien!...uf, aquí he cortado demasiado, tendré que cortar por aquí...vaya...y el melenón de detrás, espera ¡zasca!...ostras, tiene casco y un lateral casi rapado...Ups...voy a moverlo a ver si dando efecto despeinado...
   ¿Conocéis esa sensación en la que hacéis algo tan sumamente fatal y, aunque nadie os mira, os ponéis colorados rojo bermellón?
   Pues esa fue mi sensación al ver la escabechina, tras haberme escondido en el otro aseo para ahogar la risa nerviosa y limpiarme el sudor frio que me corría por la frente.
- Pero ¡si le has dejado marca mamá!
- ¡Calla niña!
- Pero..¡si estás súper mono! Mira qué guapo
- ¿A ver?¿Me subes?
- Si hijo sí
- ¡Qué guay parezco un guerrero!
- ¡Ay Dios!
Fuente: Bill Watterson
   Gracias a las modas desestructuradas y horrorosas juveniles que enganchan inexplicablemente a nuestros hijos. Gracias. 
   Ahora, según la mediana, va a resultar que he creado tendencia. Lo que hay que oir: "va súper popular mami"
   Sabed que los desastres así son peores aún por la mañana, con el pelo seco y abombado. 
   Lo he bañado en espuma, con raya al lado, repeinado, mirando y remirando a ver si encontraba algún ángulo bueno pero nada, que no.
   Afortunadamente los lleva y recoge mi media mitad, con lo que oye, me evito las miradas y el escarnio público al menos de forma frontal.
   Y no, no sirvo para la noble labor de la peluquería. Otro don más que se saltaron en el reparto al nacer.
   Ahora sólo queda apretar fuerte los puños y cerrar los ojos deseando que pasen las dos próximas semanas rápido para que "eso" crezca y alguien pueda arreglar esa calamidad.
   ¿Qué pasa?
   No soy perfecta.
   ¿Y tú?¿Tienes algún secretillo dobre retoques capilares inconfesable? ¿Eh?
 
Antes de
Después de



MI BLOG PERSONAL, MI AVENTURA...UN AÑO DE EXPERIENCIAS YA. ¡MUCHAS GRACIAS!

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   Que se me pasa el día, ya ves, y resulta que hoy, sí ¡hoy! hace un año de la primera breve entrada de esta, mi particular aventura
   Un blog personal, para mi deleite, que jamás pensé que vería nadie más allá de mí, yo misma y una servidora, y mira, cada vez que veo que hay gente que realmente está interesada en leerme A MI, alucino pepinillos....
   No me puedo creer cómo pasa el tiempo. Sé que suena a tópico, pero es así, y más cuando decides comenzar la casa por la ventana como fue mi caso, ahí, a lo loco y, 365 días después sigues con más ganas aún y muchas, muchas satisfacciones.
   Ha sido un año de descubrimiento, de relaciones, de amistades, de empoderamiento, de desarrollo...un año liberador y catártico, y todo gracias a este espacio que me ha dado la oportunidad de expresarme, liberarme, confesarme, desestresarme, compartir...

   Y en mi cabeza muchas ideas, proyectos y novedades en el horno. ¡Uy, qué ganas! Pero tiempo al tiempo.
   Estas últimas semanas no he estado muy presente, y es que una tiene una vida paralela que, a veces, no le da para todo. Qué le vamos a hacer, 
   Pero ahora voy a hacer un parón en este frenético día tras haber sucumbido al Black Friday  -lo sé, es culpa de la globalización- para agradeceros a todos, a tí estar ahí detrás. 
   A Madresfera, por haber incrementado mi vida social en 6 meses más que en los últimos 6 años. Por los saraos, eventazos, por la calidez, por Mónica, por Rocío, por los ánimos, la empatía, por las amigas y como dicen mis queridas Trucosdemamá, la familia 2.0, 
   A Isis por confiar en mí y dar voz a esta madre especial. Y ¡qué rara sueno por cierto en el Podcast!
   A Laura por interesarse y hacerme un hueco en una sección que supuso un antes y un después.
   A Cristina por ese faldón en la Tribuna que tengo enmarcado, llámame ñoña...
   A Usúe por contar conmigo en este magnífico proyecto #mamiconcilia.
   A esas madres que de malas no tienen nada: María, Lorena, Arantxa, Mónica, Julia y Marta. Esos chats que echan fuego, literalmente.
   A Olga, por ese primer premio Dardos que supuso el inicio de una amistad 2.0 y una relación de madres Mombie compartida con Dácil intensa a más no poder.
  A todas las Trimadres, Cuatrimadres, Quintumadres, Octomadres...por ser unas valientes, entregadas e insensatas en los tiempos que corren y fuente de inspiración.
   A Frykimama, mi Madre Estresada, las cabreadas, las malasmadres...
   A todas las madres de niños especiales. Porque sí. Porque ellos y ellas lo valen.
   A a mi maridín, que no me lee, pero ¡oye!, me apoya y mira, puedo meterle caña sin pudor.
   Y a esa fuente inagotable en todos-los.sentidos que son mi triada.
   Os mando un fuerte abrazo y mil besos.
   ¡UN AÑOOOOOO!









 
















   

ESE MARIDO RESFRIANIÑOS. ESE...

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   No hay familia que se precie que no tenga alguna rutina. Bien de comidas, de salidas, de pasatiempos. Cualquiera. Define la identidad y la esencia particular de ese núcleo. Genera unión, costumbre y escribe la historia.
   En mi caso particular, una de tantas es la salida de los fines de semana del padreamantísimo con la triada y la perra-yegua-percherona. Aprovechando los madrugones indecentes, se los lleva a dar un largo paseo, respirar la brisa del mar y, de paso, dejarle a una servidora un ratito de relax y silencio sa-gra-dos.
   Y esos momentos son impagables. Ese café en SILENCIO. así en mayúsculas. Lloro de emoción sólo con recrear cómo será el próximo ratito a solas, anhelado a más no poder.
   Pues bien, esta mañana no iba a ser menos, y allá que se marchan todos en compañía y son mientras me dispongo a ver qué ha pasado en el mundo más allá de las aventuras de la Patrulla Canina o Bob Esponja.
   Y, cuando no llevaba ni medio café recibo un wassap de mi esposoamantísimo. 
   Inquietante.
   ¿Por qué? Porque él es de pocos mensajes y pocas redes sociales, entre otras cosas porque tiene poco tiempo libre y lo emplea en otros menesteres (y por el riesgo a engancharse, que tiene un peligro que no veas).
   La cuestión es que si él me manda un mensaje:
    A) Algo malo ha pasado
    B) Tiene algún recado que hacerme
    C) Se le ha olvidado algo urgente
    D) O me reenvía alguna chorrada que me tiene riendo un cuarto de hora.
   Y, cruzando los dedos porque sea la D, me veo ESTO: 





    Pocas más explicaciones.
   A los 15 minutos llaman al timbre de casa. Mmmm..."Pero si se ha llevado llaves...."
   Abro y me veo a los niños escondidos en las escaleras del piso de arriba.
  - Pasad
  - No estamos
   - Virgen del amor hermoso como estáis, Pasad a cambiaros ya. ¿Y vuestro padre?
  - ¡Ahí abajo!
  - ¡Calla chivato!
  - Anda que...ya te vale.
  - ¡Que ha sido la lluvia, qué culpa tengo yo!
   Y, mientras les hago cambiarse de cintura para abajo POR ESTO,

















el pequeño me dice:
- La culpa ha sido de papi. Vas a castigarlo, ¿verdad?
- Ay amigo, cómo lo sabes...
- Que no mami, que la culpa es nuestra que nos hemos mojado.
- Noooo, de papi que nos ha dejado.
- Noooo- Siiii
...Y mientras:
- ¿¿Pero qué ha pasado??
- ¡Que ha sido la lluvia!
- Qué lluvia ni que lluvia...
- Que sí, pero sólo los pies.
- Ya te vale.
- Pues que jugando jugando...y ya ves.
- Alejandro está chorreando casi hasta las ingles.
- Es que se ha venido arriba y en una de esas se ha comido una ola. No veas qué risa...
- Sï, vamos, una fiesta.
-"¡Atchís!"
- ¿Lo oyes? Ya está estornudando.
-Sí hombre, va a ser por esto.
- Claro, como tú no estás la semana que viene, me quedo con los tres malos. Planazo.
   Y aquí tengo al de casi cuatro, con la bata de zorrillo embutido, con dolor de garganta incipiente, a la mediana con semi afonía y una servidora apretando fuerte los puños y rezando por esquivar a los santos viruses.
   Mientras el santoesposo se dispone a pasar 4 días de trabajo durmiendo a pierna suelta y alejado de estornudos, mocos y niños en general.
   En otra vida quiero ser marido resfrianiños.

#HOYLEEMOS CON BOOLINO FRIENDS: CHUP CHUP 1. LEEMOS CON TERESA, PEPE Y LOLA

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   En esta ocasión, Boolino Friends me brinda la oportunidad de presentaros el cuaderno 1 de la colección Chup Chup: Leemos con Teresa, Pepe y Lola, de la Editorial Salvatella.
   El objetivo es introducir a los más pequeños en la lectura, de hecho, está recomendado de 3 a 6 años, uno de los motivos por los cuales lo seleccioné.
   Se compone de 20 títulos, y, en cada uno de ellos va introduciendo letras, sílabas y dígrafos nuevos, de manera que la dificultad se va incrementando.
   Para ello nos presentan a Lola, Pepe y el papá de ambos que son los protagonistas de breves, cotidianas y divertidas historias, fácilmente reconocibles por los pequeños, acompañadas de las grafías a trabajar en cada ejemplar.
 En este primer volumen, nos enseñan las vocales, y las consonantes l y p, comenzando a silabear para formar palabras como pa-pa. pu-pa, po-lo, etc.
   Las ilustraciones son muy coloridas, alegres y reflejan con toda claridad los sonidos que se pretenden enseñar a los más chiquitines.
   En mi caso personal consideré que para #eldecasi4 podría ser un material de refuerzo, y no me equivoqué.
   Mi impresión y opinión es que se necesitan haber adquirido ciertos pre-requisitos de lectura para comenzar a trabajar con él, como el reconocimiento de las vocales. Considero que, dejar esa labor para los padres resulta complicado y puede ser contraproducente. No tengamos prisa en que comiencen a leer, pero sí de que disfruten del libro, lo manipulen, pregunten y, si, como es en mi caso, el niño o la niña ya han comenzado con las vocales, las consonantes y las sílabas, podrán reconocer y reforzar lo aprendido en el aula a través de historias y cuentos.
   Al pequeño le gustó mucho trabajar junto a mí el cuaderno. Yo leía las frases y él las repetía mientras, me indicaba qué fonemas reconocía y posteriormente me leía el cuento a mí. De hecho, empatizó tanto con algunas imágenes que hasta parecía que era él el que se había caído y hecho pupa, no Pepe...
   Tiene el hábito lector desde bebé, de hecho duerme con libros, cada día con uno y por eso le apasiona que le descubra historias nuevas cada vez que tengo la ocasión.
   En definitiva, un material de apoyo al aula para disfrutar de un cuento en familia.






TRABAJANDO EL ÁRBOL GENEALÓGICO CON LOS NIÑOS

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- ¿Has terminado las tareas?
- Bueno...hay una cosa del árbol que no me sé.
- ¿Árbol?
- Sí, el árbol donde salen los nombres de las ramas y hay que poner vuestros nombres.
- ¿Un árbol genealógico?
-¡Sí mamá, eso!
- ¿Me lo enseñas?
- Toma
- ¿Quién es José?
- No sé
- Y, ¿por qué lo has puesto al lado de la abuelita?
- Porque lo ha puesto mi amiga Alejandra.
- A ver hija, vamos a borrarlo y ven que te voy a explicar...
   Y en esas nos encontrábamos con la mediana hace un par de semanas, con un gran lío familiar y muchas preguntas.
   El ejercicio no habría tenido más trascendencia de no ser porque ella sólo tiene una abuela viva en la actualidad, la única que ha conocido.
   Su abuela paterna falleció hace veinte años, su abuelo paterno diecisiete y su abuelo materno -mi padre- siete. Así que ella sólo cuenta con la figura de su "abuelita", que reside a casi 700 km de distancia pero con la que se encuentra muy unida.
   Por eso, al encontrarse esa cantidad de información por completar simplemente no supo cómo reaccionar y lo rellenó copiando a la de al lado. No quería entregar la tarea "casi vacía".
   Qué penita, ¿verdad?
  Entonces su padre y yo le explicamos que, aunque ya no estaban con nosotros podía añadir sus nombres porque eran sus abuelos, parte de la familia.
  Y ella desde siempre pregunta, cuando ve fotos, cuando se nos ocurre alguna anécdota, cuando hablamos de cuando éramos pequeños...
   Fue en ese instante cuando me di cuenta de que ese trabajo que había traído a casa podía ser una herramienta fabulosa para que los niños aprendan cosas de la familia y recuerden a aquellos que no queremos que desaparezcan de sus vidas.
   Cuando estudiaba en la facultad, tuve que elaborar un Genograma familiar hasta tres generaciones. Fue una labor lenta pero muy gratificante. Me dio la oportunidad de indagar en mis dos familias, entender las relaciones afortunadas -y menos afortunadas-, descubrir perfiles que jamás se me habrían ocurrido que podrían pertenecer a antecedentes míos. Historias de amor, de lucha, de trabajo, de héroes, de desengaños,...Me sirvió para redescubrir parte de mi esencia. Y me gustaría que mis hijos no fueran menos.
   Muchos niños tienen la suerte de estar rodeados de familiares. Tienen a esos abuelos, primos, tíos a un tiro de piedra, a veces puerta con puerta...pero los míos no. No tienen a nadie cerca y tan sólo en Navidades y verano tienen la posibilidad de reencontrarse con esos primos y tíos que deben recordar de nuevo ya que aún son pequeños y se olvidan. Además, al ser una familia corta se hace más imperiosa la necesidad de estrechar vínculos al igual que yo hice en mi día con mis primos, compañeros de juegos, amigos y confidentes.
   Los árboles genealógicos pueden ser una oportunidad para acercar a los pequeños a esos familiares, mediante el diseño de sus ramas, aportando fotografías, material que refleje intereses, hobbies o algo que los caracterice, y puede ser un trabajo divertido en familia.
- Podemos dibujar el árbol con ellos o utilizar alguno de los numerosos ejemplos para descargar existentes en la red.
- Según las edades, les podemos plantear que escriban los nombres de los familiares que recuerden, incluso los que ya no estén. Cuando vayamos a ordenarlos surgirán las relaciones y nos irán preguntando. Así comenzarán a investigar, descubriendo que en la familia somos muchos y que también esos abuelitos, tíos, padres que no están, también son familia.
- Si podemos conseguir fotos será fantástico, si no pueden incluso dibujarlos.
- Podemos incluir recuerdos, anécdotas de nuestra historia y de su historia. Hacerles participes de semejanzas, que sepan que su tío tenía también esa mancha en la pierna, o que su abuelo se pirraba por el chocolate como él o ella. 
   En fin, que las posibilidades son innumerables.
   Considero que no hay edad mínima. Los más mayores pueden escribirlo ellos mismos y los más mayorcitos aún indagar hacia atrás en los bisabuelos, tatarabuelos...o en otros familiares que hayan sido figuras clave en la historia de los papás.
   Yo confieso que pasé un rato muy emotivo, junto a mi marido y mi hija,
   Para realizar la actividad podemos tomar como ejemplos árboles para descargar como el que la mediana ha trabajado en el aula:
                                               

   U otros
                                   


         

   Y, como curiosidad, he encontrado este vinilo decorativo de tenvinilo que te da la posibilidad de integrar fotografías. Me parece muy original.

                                          

   Por último, puede ser un regalo casero para hacer a los más mayores, muy bonito y personal Y es que yo soy muy de estas cosas,,,
   ¿Han trabajado vuestros peques la familia extensa en el cole?¿Qué os parece la idea?

   

DÍA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD. TODOS CONTAMOS

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   A mí lo de celebrar "días de" no me va.
   No suelo celebrar ni el día de la madre, ni del padre, ni de la mujer trabajadora, ni mi aniversario. Soy de celebrar la vida en general, porque soy madre todo los días, y trabajo todos los días, y trato de cultivar mi relación de pareja día a día. Rara que es una.
   Eso sí, cumpleaños y Reyes Magos son intocables. Intocables.
   Pero, en determinadas ocasiones sí me gusta reseñar un día concreto por el valor social que tiene, alejado de las perspectivas comerciales que, no nos engañemos, suponen algunas celebraciones.
   Y en este caso es el 3 de Diciembre, que, además de ser el santo de los Franciscos, es el día internacional de las personas con discapacidad.
   Me gusta que se celebre porque se trata de un golpe de efecto para visibilizar y dar presencia a un colectivo que, muchas veces pasa desapercibido a los ojos de las personas "normocapaces".
   Se persigue concienciar sobre la importancia de eliminar barreras de todo tipo, no sólo físicas, sino emocionales y sociales para disminuir diferencias.
   Porque esas discapacidades muchas veces pueden reducirse con mayores oportunidades, alternativas y recursos.
   Mi hijo nunca será capaz de colgar un abrigo él solo. Nunca. No si el perchero se encuentra en el aula a un metro setenta con respecto al suelo. Sus hermanos pedirán ayuda, pero él no podrá porque no verbaliza. Si ese perchero está colocado a su altura, todos los días será suficientemente autónomo para colocar la mochila del colegio y su abrigo. Una dificultad menos en el camino y un paso más para la autonomía.
   Con adaptaciones esas discapacidades pueden convertirse en menos. 
   Y si les dejamos, tratamos de confiar en ellos, les permitimos equivocarse, nos sorprenderemos de los logros que podrán alcanzar y que nunca pensaríamos.
   La sobreprotección nos protege a nosotros, los cuidadores. Nos da seguridad y nos quita miedos. A ellos les corta las alas.
   Mi hijo de cada 10 veces que bebe agua solito, 9 llena el suelo. Charcos.Y toca pasar fregona. Pero una vez, ¡una! la ha realizado con éxito y 9 son aproximaciones.
   Cuando coge la cuchara necesitamos un pollo que vaya recogiendo todo lo que se va cayendo alrededor, pero cada vez menos. Cada vez logra una mayor perfección, Lentamente, sí, desesperante, también, pero para nosotros; para él esos ritmos son los que su cerebro marca. Y hemos de respetarlos por muy frustrante que pueda parecernos.
   Y, lo más importante, ver en sus ojos la alegría de sentirse mínimamente independiente, de ver como es reforzado, aprobado, y sentirse parte de una comunidad, de una familia.
   Por eso ayer sí celebré ese día con su familia del CEE Reina Sofía, en Melilla. Y sí, una imagen vale más que mil palabras.
   ¡Feliz día a todos!

Discapacidad-felicidad-inclusión-CEE Reina Sofía 








IMPREGNÁNDOME DEL ESPÍRITU NAVIDEÑO

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PLaza culturas- Melilla-Navidad-Luces   ¡Y por fin la tenemos aquí!
   La Navidad se palpa, se huele, se ve, se vive.
   A mí me encanta, de hecho es mi momento preferido del año, y con niños pequeños todo se vuelve de un caótico maravilloso, más ahora que ya van teniendo edad de disfrutar y compartir las tradiciones de estos días.
   No me importan los interminables días de vacaciones, ahora no. Bueno no demasiado, que cuando llegan las 7 de la tarde ya estoy que me como las bolas del árbol como gesto de inmolación. Pero en general aguanto más, porque tenemos tanto que compartir...

   Precisamente en estas fechas es cuando suelen aparecer más testimonios y opiniones en las que se dicen cosas como
- "hay que ser felices porque toca"
- "no celebro la Navidad porque no tengo el cuerpo ni el ánimo para estas cosas después de un año horrible"
- "estamos pasando por una mala racha y no tenemos qué celebrar.."
   Y me embarga una sensación de pena, porque yo me siento TAN FELIZ,  con tanta alegría que me encantaría contagiar a esas personas con el espíritu derrotado y decirles que SIEMPRE hay motivos para celebrar.
   ¿Porque toca? Al margen de la celebración cristiana, yo te digo, ¿y por qué no? ¿Por qué no dejarse llevar? ¿No te mueve ni un poquito ver la ciudad con tantas luces, tan bonita, a los niños entusiasmados?
   ¿Un mal momento, un mal año?
   Pues yo te digo, que encerrándose en el autocompadecimiento y en el sufrimiento no se va a superar. Se necesita dosis de optimismo para remontar tras una mala racha. Y te lo digo con la boca llena porque sé de lo que hablo.
   Hace casi ocho años vivía las Navidades con un niño a punto de nacer (un 27 de diciembre), tras haber estado ingresada por amenaza de parto prematuro, en reposo absoluto, con unos dolores indescriptibles, mi padre en la Unidad de reanimación del Hospital General de Alicante debatiéndose entre la vida y la muerte tras un aneurisma aórtico, mi madre a base de pastillas para evitar un infarto, y mi marido recién llegado del Líbano. Y lo celebré.
   Celebré la vida que estaba a punto de llegar, que mi pareja había llegado sana y salva tras seis meses, que podíamos estar juntos todos, que si a mi padre le había llegado el momento había que asumirlo y entender que había vivido una vida plena para él.  
   Me empeñé en celebrar lo que tenía y lo que iba a tener, no pensando en lo que no tenía, lo que había perdido o lo que podía pasar.
   Y así ha sido siempre.
   Cuatro años después, pasaba la nochebuena en el hospital con mi tercer hijo ingresado por un Citomegalovirus agresivo que no sabíamos que fatales consecuencias iban a tener. Nació un 23 de diciembre. Y sin él lo celebramos. La esperanza de que todo iba a salir bien pese a los pronósticos. La esperanza de estar reunidos todos en cualquier momento. Celebré el recuerdo de aquellos que ya no estaban, mi padre, mis suegros, familiares...y dando gracias ya que podíamos juntarnos para poder recordarlos.
   Claro que cada familia y cada situación son especiales, un mundo. Pero, dejarse embargar por algo de espíritu, de positividad, de luz...no puede traer nada malo. Al contrario. Llenarte de energía te impulsa a ver las cosas desde otra perspectiva y a buscar soluciones o alternativas que antes no veías. Momentos de hacer llamadas o de pensar en otros. ¿Y por qué no, insisto? 
   Hazme caso, que de esto sabemos por esta casa un rato.
   Así que déjate llevar un rato por la Navidad, por los anuncios de Freixenet, de la Lotería, del Corte Inglés,...Juega con tus peques si los tienes y si no trata de buscar en tu interior al niño que en algún momento dejaste marchar.

   ¿Haces este camino conmigo?


CARI, ME VOY AL QUIRÓFANO A DESCANSAR UN RATO

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  Cada vez que leo u oigo que una madre con niños pequeños -sí madre, que todos sabemos que los padres sois de otro universo y padecéis sordera parental nocturna- ha dormido más de ocho horas se me abren las carnes.
  Llámalo envidia, deseo, añoranza...el caso es que las emociones (y casi ninguna positiva) se acumulan y sólo puedo darme golpes contra la pared y exclamar: ¡por qué me ha tocado a mí, por qué, por qué!
   Y es que en el reparto de horas de sueño Morfeo no suele atinar. No. Lo mismo hay por ahí marmotillas que se zampan trece horas del tirón o los míos que da gracias si llegan a siete u ocho diarias, independientemente del desgaste que hayan podido tener.
  "Son de ciclo corto"
   Esa es la frase que me repito cual mantra para autoconvencerme de que no, no lo hacen con maldad. Porque el caso es que, el resto del día funcionan como alcalinas, sin parar.
   Echando la vista a la biología podemos encontrar animales que duermen poco, muy poco.
   ¿Sabías que las jirafas duermen una media de tres horas al día y no de forma seguida? ¿O el caballo, o el elefante?
   ¿O que los delfines son capaces de desconectar un hemisferio y tener el otro activo para salir del agua y respirar?
   ¿O que las vacas y ovejas duermen unas cuatro horas?
   A ver, que no es que yo esté comparando a mi progenie con estas especies pero....que a ver si hay algún salto evolutivo extraño en mi rama genealógica.
   O es que tienen la habilidad de desconexión hemisférica que sería la leche.
   O simplemente llegará el día en el que petarán y dormirán dos días seguidos del tirón, y entonces yo me infartaré pensando que les ha pasado algo.
   Porque esa es otra, basta que un día duerman más de ocho horas para estar haciendo visitas a las diferentes habitaciones y comprobar que hay latido. Tal que así.
   Mientras, esta madre que suscribe, con ojeras que ya no hay corrector que disimulen, ha de buscarse la vida para rascar minutos de descanso: mientras hierven los macarrones, en el aseo, observando como centrifigan las sábanas...
   Y en el quirófano. 
   ¿Cómo? Pues sí, así es, porque cualquier momento es preciado, así estés con una bata de hospital, con el culillo al aire y tumbada en una mesa de operaciones.
   Porque en mayo, para los que aún no lo sepáis, que mira que dí la brasa, me extirparon un lunar de la nariz para lo cual tuve que ingresar en Hospital de día porque me llevé cuatro puntitos. 
   El caso es que, mientras uno extirpaba y la otra trasteaba el hueso nasal oí un:
- ¿Estás dormida???
- Pues mira. sí he dado una cabezadita, que estoy en la gloria.
- Es la primera vez que se me duerme un paciente mientras le estoy poniendo los puntos. Tienes la respiración profunda profunda...
- Si es que entre el fresquito y la música y este silencio...es lo más parecido a un SPA que voy a tener los próximos años. Que no sabe lo que me espera al llegar a casa.
- Ja, ja, ja...Si quieres puedes quedarte un ratito, tómate el tiempo que necesites para no marearte al levantarte, que eres la última paciente.
- Pues sí lo haré, gracias...
   Y esa fue la operación de quince minutos que se prolongó a casi una hora más larga de la historia del hospital Quirón.
   Así que seguiré en mi periplo de buscar el momento adecuado para conseguir algo de descanso y relax, así me tenga que quedarme encerrrada en el ascensor, o en el coche o irme al ginecólogo, que eso me garantiza horas en una sala de espera en total quietud.
   Dime tú, ¿dónde encuentras tus minutos de relax?
   

MIS 9 PELÍCULAS IMPRESCINDIBLES PARA NAVIDAD. TOMA NOTA

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   Y llegó el momento. 
   Lo siento por mi maridín pero es lo que hay, sabe que es inevitable, que TODOS los años hemos de pasar ese trance, y es que si hay algún secretillo inconfesable que me delate es que ADORO las películas navideñas. Todas y cada unas.
   Soy de las que se empapan de las infumables, con guiones pésimos, actores sobreactuados, con anuncios eternos, esas que proyectan a mediodía para rellenar parrilla...Todas esas. Me chiflan. Me rechiflan. Qué le vamos a hacer.

   Pero, podréis perdonarme la vida cuando os diga que, además, tengo mis imprescindibles, YA NO TAN CASPOSAS. Esas que da igual que estemos en una ciudad u otra, de viaje, sólos o acompañados, esas que nunca pueden faltar en una velada.
   Películas que de una manera u otra se impregnan del espíritu navideño y que ya forman parte de mi historia familiar. Algunas vienen y otras van, y es que los niños también forman parte del jurado. Y no veo el momento de comenzar mi maratón en vacaciones, palomitas en mano, rodeada de manos y pies, sabiendo que vamos a pasar un momentito genial.
   ¿Quieres saber cuáles son mis películas imprescindibles?

- ¡Qué bello es vivir! (1946)
   Pues sí, desde siempre. A mi marido a mí nos acompaña desde que comenzamos este camino en común, y ya antes era un clásico. Sin él no hay Navidad. Es el equivalente al tamborilero, la pandereta o el Suchard en una casa. No puede faltar.
   Ese drama que da paso a la mayor de las esperanzas. Esa luna, ese James Stewart inmenso y un épico Clarence que se gana sus alas como un campeón. 

- La gran familia. (1962)
   Pues sí. Es más, tenemos la trilogía.                           Sin entrar a hacer crítica social, a mí me resulta entrañable. Por sus personajes, el ambiente navideño, ese Chencho perdido en la Plaza Mayor, ese padrino, esos quince hijos...Y porque la recuerdo desde bien pequeña, viéndola en familia,cuando teníamos dos canales de televisión, y era LA película del fin de semana. Los diálogos trasnochados son para no perdérselos.

- ¡Feliz Navidad Charlie Brown! (1965)
   Cómo me gustaban Snoopy, Charlie Brown y todo lo que giraba a su alrededor. Me resultaba hilarante y recuerdo ver esta película junto con mi hermano quillones de veces.
   En la distancia ahora soy capaz de entrever toda la filosofía que esconde sobre el consumismo navideño y el verdadero significado de la Navidad. De pequeña simplemente disfrutaba viendo cobrar vida a los personajes de uno de los comics que más me gustaban.
   Y chicos, ¡vuelve la Snoopy-manía!

La Navidad de Mickey (1983)
   La versión de Disney del clásico de Charles Dickens A Christmas Carrol.
   A mí particularmente me encanta este corto por las connotaciones melancólicas que tiene, No recuerdo si tendría 9 o 10 años la primera vez que la vi, y no me canso.
   En realidad cualquier versión de este cuento, del que existen innumerables versiones me gusta, pero sin duda me quedo con este.










Love actually (2003)
   Banda sonora, guión y actores imponentes (en todos los sentidos) Que levante la mano la que no la ha visto y suspirado. No, no es muy para los peques, pero hija, es una peli romanticona y me encanta.













- Polar Express (2004)
   Billy, el niño que está a punto de dejar de creer en la Navidad vive una aventura inimaginable a bordo del Polar Express, destino Polo Norte. 
 Me encantaron los aspectos técnicos y el mensaje. Nos la autoregalamos y ahora la vamos a disfrutar con los peques. Van unas cuantas ya...










Charlie y la casa de chocolate (2005)
   Habitualmente suelo preferir los originales antes que las adaptaciones, pero en este caso, no sabría si quedarme con la versión de 1971 con un inmenso Billy Wilder o con el histriónico Johnny Depp.
   Es una película-pastel: es tan vívida que el olor y los sabores trascienden la pantalla. A pesar de tener su puntito macabro, que lo tiene, me parece un cuento divertido y con gran moraleja.

   











- El origen de los guardianes (2012)
   Jack Frost -el espíritu del invierno-, Santa Claus. el hada de los dientes, el conejo de pascua y el Guardián de los sueños. Con este elenco la peli prometía. 
   La verdad es que la vi de rebote porque mi hermano insistió en que los niños se iban a divertir y he de reconocer que me enganchó. Me parece una película perfecta, con acción, aventura, buenas vibraciones y finales felices...









- Frozen (2013)
     Poco que decir, ¿no? 
   Sí, lo admito, he sucumbido. Reconozco que mi hartura acerca de productos frozenianos roza el aborrecimiento. Mi casa es un santuario: tartera, mochila, estuche, muñecas, disfraces, cromos...peroooo, la película me gusta. La banda sonora, me gusta, ver a los renacuajos reirse por enésimo tercera vez de los mismos chistes, me gusta, y cantar con la mediana ya es lo más de lo más.
   Sí, inauguramos nueva tradición navideña...


   Por supuesto, no están todas las que son.
 ¿Me cuentas cuáles son tus imprescindibles?








LA MALA SUERTE DE NACER CON LESIÓN CEREBRAL EN DETERMINADOS PAÍSES...

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   Hace un rato mi marido me ha enviado al correo un enlace de una noticia del diario El Mundo versión digital. 
   Cuando lo he abierto y he leído el titular el corazón me ha dado un vuelco: EL ESTADO ISLÁMICO ORDENA ASESINAR A LOS RECIÉN NACIDOS CON DISCAPACIDAD.

   La noticia, que podéis leer aquí, es el reflejo de unas ideas delirantes, salvajes, sin ninguna razón.
   Cada línea te encoge más y más el corazón de pensar en la barbarie promulgada en forma de Ley, en esos niños que no tienen ninguna oportunidad y que su único pecado ha sido nacer en el lugar equivocado.
   Aberraciones. Así son considerados.
 Los supervivientes utilizados como suicidas, escudos humanos, o futuros soldados como algo sin valor que se puede utilizar a tu antojo para una guerra creada para los fines de algunos dementes.
   Y como siempre los más vulnerables, los niños, las víctimas de todo.
   Históricamente en estos países, ya antes de que el Estado Islámico se hiciese con el control, ha sido una desventaja pertenecer a determinados colectivos, Pero esto, ESTO, vulnera todos los derechos y libertades vulnerables. De poco servirán las denuncias por parte de la ONU, ¿cómo pararlo?
   El deber de un Estado es proteger a los niños, pero dadas las circunstancias, ¿quién va a velar por ellos? 
   Y mientras, a su alrededor la sociedad debe permanecer al margen, obligada a no intervenir, Esos niños pertenecen al IS, a la guerra. ¿Os imagináis el dolor de esos padres, familiares, amigos?
   ¿Qué podemos hacer?¿Hasta cuándo?
   Impotencia.
   Dolor.
   Asco.
   Tristeza.
   Rabia.
   Por una vez, me quedo sin palabras.

 

QUÉ ME INSPIRA EN NAVIDAD...

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   Pues sí, que yo sigo erre que erre con la intención de elevar el espíritu navideño, porque hay que dejar los días grises atrás, olvidarnos de ellos, y, si no puedes, al menos aparcarlos y dar paso a nuevas ilusiones.
   Y para ello, lo mejor es hacer un ejercicio de introspección y ver qué cosas te importaban, te emocionaban, te movían cuando eras pequeño, o en algún momento en el que recuerdes ser feliz, pero de verdad, así, en mayúsculas.
   ¿Que no se te ocurre nada?
  ¡Alma de cántaro! No te preocupes, tengo para regalar, y puedes tomar prestados los míos.
   Mira, mira...


- El olor de las castañas asadas. En Benidorm, Madrid, Melilla...da igual. En el momento que el castañero se coloca en la esquina a preparar el puesto ya es la señal: estamos a unos metros del Adviento. Que sí, que en manga corta y a 21 grados cuesta hacerse, pero venga, un poco de imaginación, que el frío acabará llegando.

- Las luces del árbol de Navidad. Si algo me fascinaba de pequeña, que a su vez fascina a mis hijos, son las luces del árbol. Es mágico, casi hipnótico. Me encanta levantarme cuando todos duermen para tomarme un café con leche en soledad, con la única luz de ese árbol. Me relaja, me inunda. Llámame ñoña pero es así.

- El turrón de chocolate. Pero no cualquiera. El Suchard. El clásico. El que compro con la excusa de los niños pero que claramente es para mí. El que me recuerda a las bandejas que ponía mi madre y cómo a mi hermano y a mí los ojos se nos salían de las órbitas. Cómo un bocadito era manjar de dioses. Era el sabor de la Navidad. Y lo sigue siendo, porque el turrón, en marzo, no sabe igual.

- Los villancicos. Pueden ser añejos, cansarte, todo lo que quieras pero siempre, siempre, acabas cantando. Da igual si es mientras planchas, chateas, paseas, juegas...Siempre. Y tú lo sabes.
   Sí, soy yo y mi voz de pito...Vergüenza, ¿dónde estás hija?


- Volver a casa por Navidad. Sí, el anuncio del Almendro se escribió por mí. Da igual si voy para cinco días o tres semanas. Llegar a casa de tu madre con el olor de siempre. Pasear por las calles de tu infancia y encontrarte a la gente que no ves desde hace tiempo, y ahora hacerlo con tus hijos...Disfrutar de la Navidad sin sentirte un extraño en otra ciudad, sino que esos dias siento que el tiempo no ha pasado y nunca me he ido. 

- Las películas de Navidad, como ya comenté en un post anterior. Qué sería la Navidad sin la chica que pierde el espíritu y la vida le da una nueva oportunidad volviendo al pasado para cambiar las cosas, volver a creer y recuperar a su amor del instituto...¿Eh?

- La carta a los reyes. Porque yo la he seguido escribiendo. Antes de tener niños incluso, ya que nunca he dejado de creer en ellos, y los sigo disfrutando con la misma intensidad o más. Cierto es que ahora esa carta es una epistola, que somos muchos, y hay mucho por lo que pedir perdón, muchas promesas y muchas propuestas...

- La noche de reyes. No hay nada, nada en el mundo que me emocione más. Nada. Desde la cabalgata, el roscón, preparar los zapatos, la comida para los camellos, la bebida para sus majestades...Nada hay mejor.

- EL´DIA DE REYES. El mejor día del mundo mundial del Universo. El único pero, que sólo dura 24 horas. Estar dando vueltas en la cama esperando una hora decente para levantarte...Bueno, esto es bastante irónico teniendo en cuenta que aquí se toca diana a las cinco de la mañana, así que imagínate esa noche ahora que los peques son más conscientes...Y estar horas en pijama, jugando -los mayores también- comiendo roscón hasta reventar...

   Así que dime, ¿compartes alguna de estas sensaciones?

EL HOMBRE CON 7 SEGUNDOS DE MEMORIA.

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   Una de las cosas más fascinantes de haber estudiado Psicología es que no dejas nunca de aprender ni de sorprenderte.  El cerebro es un regalo, un misterio, que jamás acabaremos de desenvolver ni de descifrar. Es apasionante cómo, 1300 gramos de masa cerebral regulan nuestro organismo, emociones, sensaciones, nuestra vida.
   Este es uno de los motivos porque me engancha, me cautiva la neuropsicología. De manera simple os cuento que es la ciencia que estudia las relaciones entre el cerebro y nuestro funcionamiento cognitivo, es decir, nuestra memoria, el lenguaje, el comportamiento, nuestra percepción del mundo...
   En ocasiones, a raíz de una lesión provocada por infecciones o accidentes se producen afecciones realmente importantes que pueden cambiar la vida de un paciente de manera drástica, como el caso que os voy a comentar.
   El domingo pasado me encontraba terminando un ejercicio de un curso, que no viene al caso. La tarea  a realizar era la visualización y análisis del documental "El hombre con 7 segundos de memoria"
   Clive Wearing, un afamado director de orquesta británico, sufría una encefalitis en 1985 a raíz de un herpes que le dejaba graves, gravísimas lesiones en el hipocampo (que es la estructura cerebral encargada de la memoria) de manera que su capacidad de retención quedó reducida a tan solo 7 segundos. Perdió la capacidad de almacenar recuerdos nuevos (Amnesia anterógrada) así como la capacidad de recordar hechos acontecidos antes del accidente (Amnesia retrógrada)
   Evidentemente es uno de los casos, por no decir el caso de Amnesia más extrema del mundo.
   Cada 7 segundos es un despertar.Él lo define como estar inconsciente.
   Desde que comenzara el calvario de la enfermedad lleva un diario en el que anota sus "despertares". Y, cada vez que hay uno nuevo, tacha el anterior indicando que el despertar actual es el real. NO tiene consciencia de haberlo vivido. 
   NO puede leer un libro, ver la televisión o mantener una conversación. Porque no recuerda haberlo estado haciendo. 
   Sólo recuerda su nombre, a su mujer, que tiene hijos, aunque no recuerda cómo se llaman y tocar el piano magistralmente.
   NO es consciente de saber música, ni de saber leer una partitura. Puede leerla y aprender melodías nuevas pero nunca va a ser consciente de ello. Es la única cosa que sigue reteniendo en su almacén a largo plazo. Misterios de la plasticidad cerebral.
   Un momento de la entrevista que me conmovió fue en el que la entrevistadora le preguntó:
- Si pudiera hacer algo, cualquier cosa, ¿qué haría?
- Tomar un Gin Tonic, escapar del tiempo y que llegara ella.
   El amor, permanece.
  ¿Os imagináis más de 30 años viviendo esta vida? ¿Una vida sin sueños, sin recuerdos?
  Cuando leo casos así es cuando se me crea una necesidad vital de dejar un legado para los míos. Crear recuerdos, momentos, emociones que puedan conservar acerca de mí, vividos conmigo...
   Y atender a la importancia de la música, conservada tras una vida borrada. Probablemente almacenada en otro lugar, de manera independiente a los Lóbulos temporales donde residen nuestros recuerdos. Nuestro caprichoso cerebro es así.
   Un documental para reflexionar, ¿verdad?

BUSCANDO EL SECRETO DE LA MADRE PANTENE.

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   Te conozco, no sé donde vives. pero sé dónde puedo encontrarte. 
   Día tras día, tras día, tras día.
   Esperando a que uno, uno sólo cometas el más mínimo error, ese error que me constate que eres humana, que no eres una ilusión ni la mayor de las pesadillas.
   El día en el que no te combinen bolso y zapatos, o se te haya olvidado ponerte rimel, o aparezcas en mallas de deporte, o vislumbre alguna mancha de babilla en la parka. 
   Pero no llega.
   Mira que yo me levanto pronto, lo hago, y no pierdo el tiempo. 
   Desayuno, preparo el de los niños y les ayudo si es necesario. Mientras les jaleo semi histérica para que se aseen no-sea-vayamos-a-llegar-tarde, preparo las mochilas con los almuerzos de rigor y voy ventilando habitaciones.
   Entre úlceras revoltosas que se vienen arriba al verlos que, en lugar de vestirse están jugando al juego más ruidoso al que se pueda jugar a horas indecentes, los rizos desatados que no hay gancho que recojan, las ojeras mapache que no hay corrector que disimulen y la mueca torcida de madre loca, se me van pasando los  minutos.
   Reviso aseos, peino y perfumo (embadurno) con la colonia infantil de turno.
   Entre gritos para que se callen -paradójico, ¿verdad?-, me voy cambiando yo. Y no, no tengo tiempo de ducharme ANTES de ir al colegio.
   Pero eso sí, bragas y calcetines limpios no sea que, como diría mi madre, me pase algo, tenga que ir al hospital y a ver qué va a decir el médico.
   Me pongo lo que pillo guardando cierta armonía, evitando arrugas, tratando de conjuntar colores pero siempre buscando la comodidad. O sea, botines planos o bailarinas, para lamento de mi esposo -fetichista confeso y defensor a ultranza del taconazo-.
  Porque, cuando vas con niños por la calle a determinadas edades, diez minutos de trayecto pueden convertirse en media hora de misión de rescateaventurasinfinsúpermegaestresante.
   Y llego, siempre a tiempo, pero con los sudores de la muerte. Es así. Colorada, fatigada, "¿oleré mal?""no creo, que me duché anoche y me he lavado como los gatitos, pero me he lavado".
   Entonces llego a la fila y te veo. Peinado impecable, de peluquería. Si el pelo es liso, nada de puntas abiertas ni de electricidad. De alisado con keratina instantáneo. Si es rizado, cero encrespamiento y bucles u ondas al aire perfectos. 
   Vestido, traje de chaqueta divinos, con taconazos imposibles que ni yo para una boda. Bolso a juego, collar, pulseras, maquillaje impoluto. Ese eye liner perfecto, ese conjunto de sombras de ojos. Ni un brillo en la cara. Un anuncio de Max Factor y Pantene viviente, andante.
   Sonriente, relajada. Emanando feminidad.
   Y me atrapas hipnóticamente. No puedo dejar de mirarte.
   Te admiro y te odio a partes iguales.
  ¿A qué hora te levantarás? ¿Te acuestas así, con una mascarilla de gel frío para conservarte?¿Tienes un personal assistant?¿Tus hijos no corren?¿No se te escapan?¿Te obedecen a la primera?
   Porque os digo amigas, que haberlas haylas, y no son pocas. Y entre ellas se huelen y se juntan, en enjambre, se atraen, reconocen, Mente colectiva.
   ¿Es algo del colegio, del ambiente?
   Llegas a casa con el firme propósito de emularla para recogerles a mediodía, y al final te pones lo mismo pero al menos te has duchado.
   Que una, ante todo es muy limpia.

   Si eres una de ellas. cuéntame tu secreto, que compartir es vivir hermana.
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